sentido

"Nadie sabe de lo que es capaz hasta que lo intenta"

domingo, 22 de agosto de 2010

FIN DE SEMANA ESPECTACULAR: DOMINGO

Nada más desayunar salimos rumo a Ilesha a visitar la famosa “waterfall”, en la que, como ya nos esperábamos, teníamos que pagar para entrar y pagar por las cámaras que queríamos usar…

Definitivamente no es un país preparado para el turismo, y no creo que cambie por el momento, ya que ni se promueve el fotografiar los lugares visitados (te hacen pagar) ni tie
nen ellos documentado por su cuenta para promocionar la zona. De hecho cuando estuve buscando fotos de Nigeria y la zona donde íbamos a estar antes de venir no conseguí casi ninguna. Y ya se sabe, si no está en google…¡como si no existiera!
Eso sí, una vez se pasa la entrada siempre merece la pena. Esperas simplemente ver un entorno verde con el fondo de una cascada más o menos impresionante…y poco más.


Pero siempre hay más. Por las rocas del lateral de la cascada vimos cómo bajaba gente cargada con cosas en la cabeza, como si fuera lo más normal…y resultó que era el camino que teníamos que seguir para continuar la visita. Como habitualmente tuvimos un guía que nos indicaba el camino, y como habitualmente no tengo muy claro de dónde salió y desde qué momento se nos unió, pero también mereció la pena.

Empezamos literalmente a escalar la montaña, ayudándonos de las manos a cada paso (increíble como ellos bajaban por el mismo camino completamente erguidos y con carga en la cabeza). En 5 minutos estábamos agotados del esfuerzo tan repentino que estábamos haciendo, pero todavía no sabíamos que era el principio de unas 4 horas de caminata!!! Se trataba de ir subiendo hacia el origen de la cascada, parando de vez en cuando en algún remanso que hacía el río en el descenso.





Hicimos 2 paradas y, sinceramente, yo ya me quería plantar. Creo que no había sudado tanto en mi vida: une el calor (justo ese día salió el sol, y la diferencia es abismal cuando ocurre), la humedad, y el esfuerzo de la escalada…






El guía nos dijo que la siguiente parada ya era la “fuente” de la cascada y que había un pueblo en la cima, y sobre todo que estaba a 7 minutos (o eso entendimos nosotros), así que decidí que ya que había llegado hasta allí no podía dejar de perderme lo último.

Mereció la pena, pero a día de hoy todavía no sé si es que no tienen sentido del tiempo, o que en vez de 7 minutos quería decir 70 minutos o 7 millas…Tardamos más de una hora en llegar al pueblo!!! El paisaje era espectacular, todo de mil tonos de verde, con un silencio lleno de miles de sonidos que no sabíamos bien de dónde venían. Paramos en algún momento a comer mandarinas cogidas directamente del árbol, que aunque estaban amargas nos supieron a gloria porque nos habíamos olvidado de llevar agua, y otra fruta que aún no sabemos cuál era pero algunos decían que podía ser la “fruta de la pasión”.

En el pueblo, como siempre, todo el mundo saludando sonriente y dándonos

la bienvenida, y un montón de niños que nos miraban sorprendidos.



Al ver la hora nos agobiamos porque Nadia, Ana y Susana se habían quedado debajo de todo y llevaban 3 horas esperando, así que las llamamos para que pudieran calcular un poco lo que nos quedaba. Apuramos el tiempo allí lo que pudimos y bajamos directos a la base de la cascada a buen paso para que no se hiciera más tarde.

Si la subida fue complicada, la bajada en algún tramo nos hizo bajar directamente de culo por el peligro de resbalar en cualquier momento. Desde luego es una experiencia difícil de conseguir en España de un modo tan espontáneo y natural, sobre todo por temas de riesgos laborales que aquí no se tienen en cuenta: vestimenta adecuada (aquí escalan hasta con la ropa de los domingos), calzado adecuado (ellos con chanclas y algunos descalzos), bebida suficiente (nos fuimos sin agua)…

El resto del día lo más que pudimos hacer fue dejarnos llevar hasta que llegamos de vuelta a Ibadan por la noche, con el cuerpo molido pero contentas.

(ya vamos acumulando retraso...una semana exacta!!! en fin, ya no quedan muchos d'ias, asi que seguro que habr'a mucho que escribir a la vuelta...)

2 comentarios:

  1. Marta, te veo muy concienciada con los riesgos laborales... eso está muy bien. Veo que estás echando tipillo, no me extraña, con esas caminatas.
    ¡Que pasada de sitio!, aunque os cobren por las cámaras, haced muchas fotos, no podeis olvidaros de esos sitios tan espectaculares que estais visitando, y ya sabes que la memoria juega muy malas pasadas... ¡¡las quiero ver todas!!!

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  2. Mira Martha que a mi con esto de la caminata y la sudoración no me has dado envidia. Ya sabes que soy de natural vago.

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