sentido

"Nadie sabe de lo que es capaz hasta que lo intenta"

martes, 17 de agosto de 2010

11 y 12 de Agosto

Ahora mismo son las 18:10 de la tarde del jueves, llevamos exactamente una semana en Nigeria y ésta no deja de sorprender a los oyinbos occidentales con su magia particular.

Está diluviando. Es una pena que en el blog no se pueda reproducir el sonido escandaloso de las gotas golpeando el barro que forma las calles de JDPC. Con la lluvia la percepción de la pobreza se agrava; el agua arrastra las basuras y plásticos amontonados en las orillas de los riachuelos callejeros mientras los niños juegan descalzos en sus chabolas de madera mojada a pie de carretera y a golpe de gasolina y humos del tráfico nigeriano

La sesión educativa de ayer fue a cargo de Beatriz que auxiliada de un video en inglés sobre la malaria nos informó de los distintos tipos de mosquitos hembra que nos chupan la san

gre para alimentar a sus huevos. Tras el intercambio de conocimientos sobre esta enfermedad que, por su asiduidad, es

equiparable a la gripe en España, nos

montamos en un autobús

para tener la primera visita prevista a uno de los hospitales. El camino nos descubrió el Ibadan céntrico, las casas con tejas de metal, los mercados al aire libre que por su multitud de colores parecen lienzos al viento, las peleas de gallos entre las basuras, las cabras postradas en las puertas de las casas, los niños desnudos mirando el trafico y los adultos dejando a un lado sus labores para acogernos con un welcome,

alzando las manos para saludarnos y posando incluso encima de las motos para que los fotografiemos.

Tras la rápida visita al hospital católico, en la que nos hablaron de los casos de niños y adultos infectados por el VIH que atienden y de la sistemática de los grupos de apoyo que promueven para mejorar la calidad de vida de los afectados, tuvimos, como viene

siendo costumbre, las entrevistas con dos personas que viven con VIH y el resto de las enfermedades oportunistas y comunes como la malaria y la tuberculosis para detectar necesidades distintas a las meramente económicas.

Para acabar el día fuimos al garito de las cervezas que descubrimos el día anterior no sin antes hacer una parada en el camino para comprar una piña (riquísima) y unas cuantas naranjas

(verdes). Fue cosa de una hora lo que tardó en hablarnos el grupo de tíos nigerianos que teníamos en la mesa de al lado. Haciendo honor de la hospitalidad nigeriana pidieron al camarero que nos sirviera un platito de barbacoa nigeriana (que como ya os podéis imaginar era básicamente picante sobre cuatro trozos de carne). La conversación giró en torno a nuestra impresión sobre

África, Nigeria y sus gentes y sobre nuestra vida privada, parejas, motivo de la visita… nos invitaron a fiestas, a un concierto que iban a dar el viernes e incluso se ofrecieron a llevarnos a ver a una ¡SIRENA.. Sí, sí, como la de Copenhague pero, según ellos, de verdad!. (Esto no os sorprendería tanto si vierais las series y pelis yorubas en las que el vudú, los espíritus malignos y la magia negra son el argumento principal) La conversación fue amenizada por una rata de 20 cm. que subía y bajaba por la pared y por alguna que otra sesión fotográfica.

Mi compañera Ana y yo terminamos el día en casa del Dr. y Mrs. Adeyemo (nuestros host parents) y para nuestra sorpresa ¡había luz en la casa! porque consiguieron arreglar el generador, así que por fin pudimos cenar con una luz distinta a la de una linterna. Se acabó la cena, se apagó la luz y el día se terminó.

La sesión formativa de esta mañana, estuvo dirigida por la fundadora del blog, Marta, quien anoche sacó tiempo para preparar unas diapositivas súper curradas sobre la higiene diaria y su importancia para las personas con VIH para prevenir infecciones y enfermedades oportunistas y el desarrollo del SIDA.

Por la mañana estuvimos en otro hospital católico. En esta ocasión pudimos incluso visitar las instalaciones. Nos enseñaron la sala en la que atienden e informan a las personas que van a hacerse la prueba del VIH, en la sala en que suministran gratuitamente las drogas para tratar el VIH, bajamos al mini-sótano donde almacenan las medicinas y nos enfrentamos a la ironía de que algunos de los pocos tratamientos que allí guardan contra el VIH llegan a caducar porque los afectados no van a recogerlos:

  • bien porque son muy religiosos y prefieren buscar el asilo espiritual (y se mueren prematuramente). De hecho, nos hemos encontrado con que hay personas que cuando tienen los síntomas del VIH, llegan a pensar que sus dolores y pérdida de peso se deben a un mal de ojo o a temas espirituales.
  • bien porque prefieren medicinas tradicionales (y se mueren prematuramente)
  • bien porque viven lejos y les llevan varias horas y dinero ir a recogerlos dado que no hay muchos hospitales/clínicas/o centros que suministren las drogas.
  • O porque debido al estigma y la discriminación prefieren encerrarse en casa y no exponerse a que alguien descubra su estatus.

Para nuestro consuelo, a pesar de ser un hospital católico y promover la abstinencia sexual como primera medida contra el VIH facilitan condones a aquél/aquella que los pida. Medida que aplaudimos fervientemente.

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Acaba de llegar el conductor para llevarnos a casa. Mañana os contamos más.

En Ibadán sigue jarreando.

Besos y abrazos!

2 comentarios:

  1. wow... que alegría. me gusta mucho la idea, Evita.
    que buena idea.
    mucha suerte con todo e intentad disfrutar la experiencia grandiosa!!

    tomate una STAR desas birras por mi!!!

    bicos:

    pi

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  2. Pero al final visteis la sirena? era de verdad?

    Que penita lo de los medicamentos caducados! Es desesperante que con los pocos recursos que hay ni si quiera se llegue a sacar provecho de ellos.

    Seguir así, ánimo! No siempre comentamos pero siempre estamos atentos a lo que vais escribiendo.

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